Objetivo: Reflexionar
acerca de la teoría de Rousseau, sobre el paso de los hombres del estado natural al estado social y sus
consecuencias.
Rousseau: El Contrato Social y la democracia
participativa:
Comienza el Contrato
Social afirmando que el hombre nació libre y, sin embargo, se encuentra
encadenado. Ahora bien, a pesar de las justificaciones
que ha tenido la desigualdad (Aristóteles, Grocio, Hobbes), lo cierto es
que no hay esclavos por naturaleza y
si los hubiera, es contra naturaleza, porque los primeros esclavos fueron
hechos por la fuerza y los siguientes permitieron su esclavitud por cobardía.
Para ser amo, incluso el
más fuerte ha de convertir su fuerza en derecho y la obediencia en deber. Quien
cede a la fuerza lo hace por necesidad o prudencia y no por su propia voluntad,
y por tanto, no actúa por deber. Si la
sola fuerza fuera legítima, entonces la legitimidad basada en ella cesaría en
el momento en que alguien pudiese imponer una fuerza mayor, que se
convertiría a su vez en legítima hasta
que otra fuerza la venciese y así sucesivamente. Por lo tanto, la
obediencia ha de resultar de otros factores
que puedan ser admitidos por quienes obedecen.
Qué hace legítimo a un poder?: la respuesta de Rousseau es que si
la obediencia ha de ser entendida como un deber (y no sólo como una medida de prudencia o de
necesidad), exigirá entonces algo más que la fuerza, deberá ser voluntaria. La
aceptación voluntaria del poder, lo legitima.
El Pacto parte de la suposición,
de que todo hombre en su interacción en el estado de naturaleza, llega a una
situación límite, en la que su conservación y sus bienes están más allá de las
posibilidades de defenderse por sí solo,
con las únicas armas de su fuerza y
libertad. Por esta razón, se ve obligado a recurrir al concurso de los otros para conseguir el objetivo de conservar su
vida y proteger sus bienes mediante la
constitución de una asociación a la que todos pertenezcan, cuya fuerza común sea capaz de garantizarle dicho objetivo, pero
con la condición esencial de que por su pertenencia a ella no pierda su libertad e independencia.
Para Rousseau, tal cosa
será posible si cada asociado enajena
completamente sus derechos a la asociación, porque si cada uno cumple
con esa condición, entonces, es igual para todos y nadie tendrá ventaja sobre
nadie; y puesto que cada uno adquiere sobre los otros los mismos derechos que
se otorga a sí mismo, gana todo lo que pierde inicialmente por entrar al pacto,
pero con la ventaja adicional de que tendrá
más fuerza, la fuerza del cuerpo social, para defender lo suyo.
El Contrato Social puede
definirse como ¨Cada uno de nosotros pone en común su persona y todo su poder bajo la suprema dirección de la Voluntad General, y nosotros recibimos
corporativamente a cada miembro como parte invisible del todo¨.
Por el Pacto, todos los ciudadanos son iguales y poseen
los mismos derechos, pero también las mismas obligaciones.
Al pasar del estado de
naturaleza al Estado, los hombres cambian el instinto por la justicia,
imprimiéndole moralidad a sus acciones. Igualmente se obligan a actuar por la razón y no por el capricho, lo que
desarrolla sus capacidades; cambian la libertad natural y el derecho de
posesión, por la libertad civil y el derecho de propiedad, que exige la
existencia de un título positivo; ganan también libertad moral, se convierten
en dueños de ellos mismos, la sujeción a la ley libra de la esclavitud del
impulso y el apetito sin control.
Juan Jacobo Rousseau nació en Ginebra en 1712 y murió en 1778. Al nacer, muere su madre y
es mal protegido por su padre, estando
sometido a cuidados de otras personas quienes se hicieron cargo de él, en sus
primeros años de infancia.
El pensamiento roussoniano, de gran vigor y
penetración, determinó en buena manera los acontecimientos espirituales y
políticos de llamado ¨Siglo de las Luces¨.
La inminente Revolución Francesa, que no alcanzara a conocer, halló buena parte
de su ideario intelectual en su pensamiento. Obras como Emilio,
Las Confesiones, El Contrato Social, entre otras, constituyeron los
cimientos sobre los cuales se intentó la transformación práctica de la
historia.
COMENTARIOS ACERCA DE ALGUNAS DE SUS OBRAS:
Discurso sobre el origen y el fundamento de la desigualdad
entre los hombres, Obra de gran polémica en su tiempo,
el Discurso arranca de una hipótesis contraria a
la mantenida por Hobbes de un estado salvaje de naturaleza en el que el hombre estaba
en guerra contra el hombre, siendo cada uno enemigo del otro y viviendo todos
en el miedo, la desconfianza y el terror. Rousseau
concibe que el estado "natural" del hombre, antes de surgir la vida
en sociedad, era bueno, feliz y libre.
El "buen salvaje" vivía independiente, guiado por el sano amor a sí
mismo. Este estado natural es "un estado que no existe ya, que acaso no
ha existido nunca, que probablemente no existirá jamás, y del que es necesario
tener conceptos adecuados para juzgar con justicia nuestro estado presente",
es decir, se trata de una hipótesis que permite valorar la realidad actual: el
estado social, aquel en el que el hombre se aparta de la naturaleza para vivir
en comunidad, guiado por el egoísmo, el ansia de riqueza (propiedad) y la
injusticia.
En el “Discurso sobre el origen y el fundamento de la desigualdad entre los hombres”, expresa una dura crítica de las instituciones políticas y sociales como grandes corruptoras de la inocencia y bondad naturales del hombre. Sin embargo, en esta obra y en las siguientes, Rousseau analiza el tránsito del hipotético estado de naturaleza al estado social como una degeneración (no un progreso) producto de las desigualdades sociales que surgen con la propiedad privada, el derecho para protegerla, y la autoridad para que se cumpla ese derecho. Las leyes establecidas en toda sociedad son siempre las leyes que defienden al poderoso, al rico y a su poder frente a los no poseedores de propiedad, a los pobres. La propiedad privada y el derecho han creado un abismo entre dos "clases" jerárquicamente diferenciadas entre sí: la clase de los propietarios, de los poderosos y de los amos, frente a la clase de los no propietarios, pobres y esclavos. Esta situación no es superable, según Rousseau, pero puede ser mitigada a través de una sana vuelta a la naturaleza y una educación que fomente el individualismo y la independencia del hombre.
En el “Discurso sobre el origen y el fundamento de la desigualdad entre los hombres”, expresa una dura crítica de las instituciones políticas y sociales como grandes corruptoras de la inocencia y bondad naturales del hombre. Sin embargo, en esta obra y en las siguientes, Rousseau analiza el tránsito del hipotético estado de naturaleza al estado social como una degeneración (no un progreso) producto de las desigualdades sociales que surgen con la propiedad privada, el derecho para protegerla, y la autoridad para que se cumpla ese derecho. Las leyes establecidas en toda sociedad son siempre las leyes que defienden al poderoso, al rico y a su poder frente a los no poseedores de propiedad, a los pobres. La propiedad privada y el derecho han creado un abismo entre dos "clases" jerárquicamente diferenciadas entre sí: la clase de los propietarios, de los poderosos y de los amos, frente a la clase de los no propietarios, pobres y esclavos. Esta situación no es superable, según Rousseau, pero puede ser mitigada a través de una sana vuelta a la naturaleza y una educación que fomente el individualismo y la independencia del hombre.
En El
contrato social, Rousseau manifiesta otra manera de paliar la
degeneración a la que nos vemos abocados en el estado social, degeneración que
resume en su célebre frase "el hombre nace libre, pero en todas partes
se encuentra encadenado". Las injusticias sociales y la fractura de
"clase" pueden mitigarse no sólo a través de la educación, sino
transformando el orden social endógenamente, es decir: desde el interior de la
sociedad misma, y sin violencia. Los hombres deben establecer un nuevo Contrato Social que los acerque a su estado natural.
Este contrato no es un pacto o convenio entre individuos (Hobbes) ni un
contrato bilateral (Locke). El nuevo contrato social es un pacto de la
comunidad con el individuo y del individuo con la comunidad, desde el que se
genera una "voluntad general" que es distinta a la suma
de las voluntades individuales y que se constituye en fundamento de todo poder
político. La soberanía ha de emanar de la voluntad general, siendo indivisible
(contrario a Locke y Montesquieu, Rousseau no es partidario de la separación de
poderes) e inalienable (la ley procede de la Voluntad General y sus ejecutores
son, por lo tanto, sustituibles). La libertad individual ha de constituirse, a
través de la Voluntad General, en libertad civil y en igualdad. Todo esto
aspira a un deseo o proyecto; se refiere al deber ser, no al ser.
ACTIVIDAD:
1. Desarrolle el concepto de “hombre encadenado”, desarrollado por
Rousseau. Es decir, ¿Qué encadena al hombre?
2. La desigualdad humana ha tenido adeptos y
favorecedores, aceptantes del esclavismo, por tanto de “teorías” injustas con
el género humano. ¿Es legítima esta posición? ¿En verdad, el hombre es
“desigual”? Explique
3.
Relacione el concepto de obediencia con el de
“voluntad general”.
4.
Según Rousseau, ¿Cómo surge el Pactos
(Social)?
5.
Los Derechos y los Deberes (Obligaciones)de
los individuos, bajo el pacto social, cómo se comportan?
6.
Explique la siguiente frase: “la sujeción a
la ley libra de la esclavitud del impulso y el apetito sin control.”
7.
Diferencie el concepto de hombre de Hobbes y
de Rousseau.
8.
En el estado natural, todos los hombres son
iguales, más no así en el estado social. ¿Cuál es el efecto de la propiedad
privada y el derecho, para este cambio, según Rousseau?
9.
Con respecto a las ramas del poder público y
su independencia, ¿Cuál es la diferencia de lo planteado por Rousseau, con
Locke y Montesquieu?
10.
¿Justifica Rousseau la diferencia y lucha de
clases? Explique.